domingo, 26 de mayo de 2013

el 25 de mayo en las localidades

la voz del pueblo - 26/05/2013
La Escuela Secundaria celebró el primer gobierno patrio
 
Con danzas típicas, los alumnos de la Escuela Secundaria de Orense homenajearon los inicios de nuestra nación, en el marco de los actos realizados para recordar la gesta del 25 de mayo de 1810
 
 
 
la voz del pueblo - 26/05/2013
Claromecó festejó la fecha patria
 
El acto se llevó a cabo en la plaza Luis Piedra Buena, donde hubo presencia de autoridades, representantes de instituciones y público en general, quienes, entre otras cuestiones, apreciaron un atípico discurso
 
 
El acto por el 203 aniversario de la Revolución de Mayo tuvo lugar este sábado en la Plaza Luis Piedra Buena, organizado por la Comisión de Festejos y Homenajes. Se desarrolló con la presencia de autoridades, instituciones intermedias, abanderados, y público en general. Tras el izamiento de las banderas y la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino, fue momento del discurso, el cual fue polémico. Llegado su turno, la docente del Instituto Secundario Margarita Altisent pronunció palabras alusivas a la fecha, que fueron escritas por la también docente del establecimiento Rosana Tenaglia. El discurso fue atípico por su contenido, y provocó adhesiones y rechazos por parte de la concurrencia, que luego continuó comentando su contenido. En sus primeras apreciaciones, la docente hizo referencia al contexto presentado hace 203 años atrás. Para eso, destacó los hechos principales que provocaron lo que hoy se conoce como la Revolución de Mayo. Continuó Altisent indicando que "sin embargo, en estos días de economía globalizada, estos ideales se han ido diluyendo, fueron perdiendo su significado, y hoy su sentido es un poco difuso. ¿Podemos afirmar hoy en día que somos una patria libre de toda dominación extranjera, cuando nuestra economía depende de las economías más poderosas? ¿Podemos hablar del ejercicio irrestricto de nuestra soberanía, cuando nuestro territorio se halla usurpado por capitales multinacionales? ¿Podemos asegurar nuestra independencia política cuando la corrupción de la clase política es moneda corriente? ¿Qué patria tenemos en nuestras manos actualmente? Podríamos hablar de un sistema educativo en crisis, del sistema de salud en iguales condiciones. De un modelo económico que no entendemos muy bien a quiénes beneficia. De una violencia que crece día a día, tanto la física en asesinatos y robos, como la verbal en censura y degradación de ideas. Pero todos estos temas parecen tan trillados, que muchas veces hacen perder el eje de la reflexión". Más adelante, sostuvo que "podríamos hablar de cuestiones más cotidianas, que hacen a nuestra convivencia. ¿Cómo podemos hacer grande a la patria si parece que la patria es un gobierno? Y teniendo en cuenta que un gobierno es de un partido político, ¿cómo hacen las ideas no partidistas para emerger y colaborar en el crecimiento de la patria? Pensemos que sentirse parte de una patria es el respeto por el suelo que compartimos. ¿Pero cómo lograremos eso si no logramos el respeto interpersonal, por las ideas distintas, por la integridad propia y ajena? Respeto es también tolerancia, y de ahí que si no nos respetamos no podemos convivir; es decir, vivir con otros. Ni mejores ni peores, diferentes. Haríamos grande a la patria no sólo si cantáramos el himno con fervor, no sólo adornar nuestra vestimenta con la escarapela. Haríamos grande a la patria, simplemente si pudiésemos convivir en un clima que nos beneficie a todos. Tanto mental como físicamente. Hoy la patria cumple años, y el compromiso de todos es poder hacerla grande, pero no olvidemos que no hay camino posible sin respeto ni responsabilidad. Pensemos que todos los días, en nuestros pequeños círculos, tomamos decisiones, que de una u otra manera repercuten en toda la sociedad".

Por un ideal
Luego habló el director del Organismo Descentralizado Luis Brito. El funcionario dijo que "aquellos hombres y mujeres que decidieron forjar su propio destino e ir en pos de un ideal. Y no me refiero solamente a los nombres que quedaron grabados en los bronces de la historia, sino también a todos aquellos que acompañaron para que esto sea posible. Hoy, además de recordar la Gesta de Mayo, hay que recordar los valores de esta gente. Para mi pueblo quiero protagonismo, convicción, unión y bien común. Por último, hubo un cuadro danzas a cargo de la Peña El Encuentro, que ayer tuvo su velada en el Club Recreativo Claromecó.

 
la voz del pueblo - 25/05/20123
Un atardecer de mayo
 

 
 
Por Horacio Ramírez
 
De pronto, el reguero de pólvora se enciende. La noticia llega a cada oído, a los de aquellos que habían participado en algún momento de las manifestaciones en la plaza, como de aquellos que siguieron fabricando sus velas, su mazamorra caliente o amasando sus pasteles de dulce como hacían todos los días.
La llovizna, el frío, el cielo de un gris oscuro y monótono caían sobre la ciudad desde una tarde profunda y larga. Una rara constelación de estrellas amarillentas se iban reflejando en los charcos... Estrellas que iban naciendo a fuerza de bailes en las casas y velones de sebo en las ventanas. Tal era el marco de ese día que había marcado un hito en la Historia del país.
Sentir aquel frío, palpar la inquietud en la gente; ver alguna que otra corrida por la calles que se iban poblando de rumores... los corrillos en las puertas debatiendo la situación; la preocupación de los vecinos peninsulares; la mirada sesgada de los guardias en las esquinas claves cercanas a la Plaza de la Victoria... quizás sentir algo de todo aquello nos permita adquirir una dimensión de integridad cultural y cívica que tanta falta nos hace... Sentir y pensar para generar perspectiva. Ver a aquella ciudad incipiente hundida en su propia soledad, verle las calles embarradas que se derrumbaban en la penumbra siempre lejana de la noche. Verla rodeada de la vastedad y el aislamiento de la pampa. Verla aplastada ante ese ensueño profundo, lleno de miedos, que era el campo... Y oír, en la frágil isla de luces de velones de sebo, aquellos gritos: los gritos que el desmedido río llevaría hasta Europa y que le dirían al mundo la buena nueva de la naciente libertad.
Quizás la Historia de aquel atardecer de mayo de 1810 sirva más que para decirnos cómo fueron las cosas "en verdad" -hecho, a la postre, imposible de conseguir-, para generar una idea de pertenencia, un sentimiento que aglutine sentimientos, un pensamiento que oriente sentires y pasiones con el único fin de ser, cada vez más, un poco más y mejores argentinos.

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